Cada abeja cumple un papel en la colmena. Para conocer cuál es el papel que desempeñan los zánganos, sigue leyendo.

Una de las razones por las que las abejas melíferas son unos de los insectos más fascinantes, es que su organización está conformada por un sistema de castas bien definido. 

De esta manera, pueden cumplir con las tareas que aseguran la supervivencia de la colonia.

En este sentido, dentro de la colonia encontramos a la abeja reina, las abejas obreras y los zánganos. 

La reina es la única fértil, por lo que las abejas hembras obreras sólo tienen la responsabilidad de alimentar, cuidar y defender al grupo.

Mientras que los zánganos tienen, como único propósito de vida, aparearse con la reina, quien es la única hembra fértil de la colonia.

Quiénes son los zánganos en una colmena

Los zánganos son las abejas macho, y provienen de huevos de la abeja reina que no fueron fertilizados. 

Por lo general, estos pequeños insectos no trabajan, no producen miel y no pueden picar, como veremos más adelante.

Los zánganos se caracterizan por tener un cuerpo robusto cubierto de pelo.

Además, su lígula es corta por lo que no puede buscar alimento, sino sólo absorber miel del panal.

Otra de sus cualidades más sobresalientes, es que no tienen aguijón. 

Por lo tanto, los zánganos no pueden ayudar a defender la colmena y no tienen las partes del cuerpo para recolectar polen o néctar, por lo que no pueden ayudar a alimentar a la comunidad.

Cuál es la función de los zánganos en la colmena

En esencia, el único trabajo del zángano es aparearse con la reina. 

El apareamiento ocurre en vuelo, lo que explica la necesidad de los zánganos de tener una mejor visión, proporcionada por sus grandes ojos.

Los zánganos suelen juntarse en lugares, a veces bastante alejados de las colmenas, esperando el paso de las reinas para ser fecundadas. 

El cortejo se lleva a cabo a través de bailes especiales realizados por la reina, mientras copula con múltiples zánganos, llamado “vuelo nupcial”.

Si un zángano se aparea con éxito, muere rápidamente cuando el pene y el tejido abdominal asociado se arrancan de su cuerpo después del coito. 

Luego, la abeja reina guarda los espermatozoides, usándolos durante toda su vida.

Por su parte, los zánganos pueden realizar vuelos de 16 km en los diferentes puntos de reunión en parejas. 

Desafortunadamente para los zánganos, estos son asesinados o ahuyentados durante la formación de enjambres y, a más tardar, en otoño, en lugares con clima frío, cuando ya no son necesarios.

Zánganos: los no tan privilegiados de la colmena

Dado que una reina solo necesita aparearse una vez, la mayoría de los zánganos ni siquiera tendrán la oportunidad de cumplir su función. 

Pero las abejas obreras los mantienen cerca, en caso de que una nueva reina necesite aparearse… hasta la llegada del otoño y el invierno.

Los zánganos suelen vivir unas ocho semanas y, en ese tiempo, las abejas obreras satisfacen todas sus necesidades. 

En otoño, las abejas obreras expulsan a los zánganos de la colmena porque mantenerlos durante el invierno exige demasiado trabajo y comida. 

Así pues, terminan muriendo de hambre.

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