Las abejas son conocidas por su capacidad de recolectar polen para la colmena, pero ¿alguna vez te has preguntado cuántos ojos tiene una abeja?
El sentido de la vista es muy complejo en cuanto a su estructura y funcionalidad.
Es gracias a la visión que puedes interactuar con el entorno, obtener información de lo que te rodea (formas y colores, por ejemplo), además de distinguir distancias y movimiento, entre otras cosas.
Si gracias a un par de ventanitas como estas puedes lograr tanto, ¿imaginas lo que puede llegar a apreciar un ser con más de dos ojos?
Pues esta es precisamente una cualidad maravillosa de las abejas y sabrás más a continuación.
¿Sabes cuántos ojos tienen las abejas?
La respuesta a esta pregunta no es tan simple y te podemos explicar por qué.
Se podría decir que el aparato visual de estos hermosos y laboriosos insectos está formado por cinco ojos. S<
in embargo, no sería incorrecto decir también que tienen miles.
Una manera sencilla de explicar esto es comenzando por la idea de que tienen dos tipos de ojos.
Dos que puedes notar a simple vista a los que se conoce como compuestos, y tres más pequeños llamados simples.
Es por esta razón que se puede entender que tienen 5 ojos.
No obstante, los dos ojos compuestos están formados a su vez por miles de unidades visuales.
Incluso hay diferencia en la cantidad de estas unidades si se trata de una abeja reina (alrededor de 4200), una obrera (con 6300) y un zángano (con un poco más de 13000).
Ese detalle es directamente proporcional a una mayor calidad de visión y por ende, según los datos aportados, los machos ven mucho mejor que reinas y obreras.
Ciclo de vida de las abejas: Todo lo que debes saber
Las abejas: Ojos simples y ojos compuestos
Los tres ojos simples son llamados ocelos y están distribuidos en forma de triángulo en la parte superior de la cabeza, sobre las antenas.
Con los ocelos, las abejas son capaces de detectar longitud de onda, intensidad y la duración de una señal luminosa.
Los emplean primordialmente en el interior de la colmena cuando requieren de una visión a corta distancia y en condiciones de oscuridad.
Los ojos compuestos son de un tamaño prominente a los lados de la cabeza y se constituyen en una característica física que caracteriza a las abejas.
Cada uno está integrado por miles de omatidios o estructuras hexagonales que contienen una lente minúscula, con su propia córnea y cristalino.
Los omatidios tienen su propio sistema para captación de luz y funcionan de manera independiente.
En otras palabras, a través de sus ojos compuestos, la abeja percibe un punto luminoso por cada división y de esa forma recibe una imagen en mosaico de aquello que está observando.
Miradas diferentes entre reinas, obreras y zánganos
La naturaleza es muy sabia y es por ello que hay una diferencia notable en las cantidades de omatidios entre las castas de abejas.
No es producto del azar que un zángano tenga la mejor visión de las tres.
La reina tiene menos porque básicamente necesita su vista una vez en su larga vida.
Ese momento es durante el vuelo nupcial cuando sale de la colmena. También lo necesita para volver a la comunidad luego del apareamiento.
Por su lado, las obreras necesitan su visión toda la vida.
Es fácil comprenderlo por la cantidad y tipos de funciones que desempeñan y que están directamente relacionadas con la polinización y la producción de miel, entre otras.
Por último, los zánganos que tienen una función reproductiva, necesitan ver muy bien para localizar a las reinas en vuelo nupcial y poder copular con ellas.
Visión ultravioleta y polarizada
El ojo humano es capaz de percibir colores con una longitud de onda entre 400 y 750 nanómetros.
Por ello, no percibes la banda ultravioleta puesto que está por debajo de los 400 nm.
Por el contrario, la abeja es muy sensible a la radiación ultravioleta pero no distingue colores por encima de los 650 nm.
De acuerdo con los conocedores, gracias a esa sensibilidad las flores establecen un código para conducir a las abejas hasta la fuente de néctar.
Es así como la flor tiene áreas que reflejan la luz ultravioleta, a través de las cuales, guían y aseguran la polinización.
Los ocelos u ojos simples no perciben imágenes sino intensidades de luz, inclusive la polarizada.
De ese modo, la abeja puede ubicar el sol hasta en condiciones nubladas lo que es importante para su orientación.
Al final del día esta percepción de intensidad luminosa les facilita realizar cálculos sobre el tiempo del cual disponen para retornar a su colonia.
Habrás notado ya que la visión de una abeja es fundamental en su existencia y desempeño cotidiano.
Es por ello que la naturaleza las ha dotado con un sistema sofisticado que les permite cumplir sus tareas con mucha eficacia.
Beneficios de la Miel Orgánica de Miel Terra Andes
Hay muchas razones por las que deberías incluir la miel orgánica en tu dieta.
Es la mejor manera de obtener una dosis diaria de antioxidantes.
Además, es uno de los mejores endulzantes naturales y se ha utilizado durante siglos para curar muchas enfermedades.
Los beneficios de la miel orgánica incluyen:
- Tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiinflamatorias
- Favorece la salud digestiva
- Contiene antioxidantes
- Ayuda con las alergias estacionales
- Reduce el riesgo de enfermedades del corazón
- Refuerza la función del sistema inmunitario
- Previene la acción de los radicales libres
- Mejora la calidad del sueño