¿Guardas tu miel en la despensa o la tienes en la puerta del refrigerador? En este artículo, conocerás la mejor manera de almacenar la miel.
Cada año se producen millones de toneladas de miel en varios países del mundo.
Para garantizar la frescura y la alta calidad de la miel, debe almacenarse adecuadamente.
En este artículo, conocerás la mejor manera de almacenar la miel.
¿La miel necesita ser refrigerada?
La miel no necesita ser refrigerada.
Es mucho más fácil de usar si no la enfrías, porque al enfriarse se solidifica.
Esto puede dificultar su uso al cocinar y hornear o para medir con precisión.
La miel es relativamente estable a temperatura ambiente y no fermenta, incluso después de varios años abierta.
La miel se conserva tan bien durante un período tan largo porque está compuesta principalmente de azúcares.
Así que no hay nada en la miel para que los microorganismos, como las bacterias, se alimenten.
También tiene un contenido de humedad relativamente bajo, lo que dificulta el crecimiento y la proliferación de microorganismos.
Puedes mantener la miel fuera del refrigerador guardando los envases en un armario o despensa como lo harías con otros condimentos.
Es mejor mantener la miel alejada de fuentes de calor como la estufa o la luz solar directa.
¿Qué pasa si refrigeras la miel?
Almacenar la miel en el refrigerador hace que la miel se cristalice más rápido debido a la temperatura fría.
Para evitar que esto suceda, guarda la miel a temperatura ambiente.
La velocidad a la que cristaliza la miel depende de la proporción de fructosa y glucosa contenida en la miel.
La miel tiende a cristalizarse más en los meses de invierno o si está refrigerada.
Puedes devolver rápidamente la miel cristalizada a su estado líquido con calor suave.
Coloca el recipiente de miel en agua tibia y revuelve hasta que los cristales se disuelvan.
No hiervas la miel, ya que puede afectar el sabor y el color.
Nota: ¡La cristalización no significa que la miel se haya echado a perder!
La miel cristalizada es perfectamente buena para comer.
Simplemente será más difícil de usar.
Miel: cómo almacenarla correctamente
La miel es una de las cosas más fáciles de almacenar.
No hay requisitos especiales para almacenarlo.
La mayor preocupación con el almacenamiento de la miel es la cristalización (que se solidifique).
Esto ocurre porque la glucosa se separa del agua en la miel y cristaliza al enfriarse.
La miel debe almacenarse en un área fresca y seca, como una despensa.
La mejor temperatura para almacenar y usar la miel es entre 50 °F y 70 °F (10 °C y 21 °C).
Las temperaturas más frías harán que la miel se cristalice más rápido.
Elige un lugar que esté alejado de la luz solar directa y a temperatura ambiente.
La miel debe almacenarse en un recipiente hermético.
Si almacenas adecuadamente tu frasco de miel, debería durar años, ¡no es necesario refrigerarlo!
Aprieta la tapa de tu envase de miel antes de guardarlo y asegúrate de no dejarlo abierto en el mostrador cuando estés cocinando o usándolo para otra cosa.
¡Se ha encontrado miel en tumbas que tenían 3.000 años y aún eran comestibles!
Cuando se almacena adecuadamente, la mayoría de los tipos de miel duran indefinidamente.
Miel Terra Andes
Nuestra miel está certificada orgánica y te ayudará a sentir con más energía para empezar el día.
Dispones de varios sabores y presentaciones para que puedas escoger el que prefieras.